Cuando mi jefe viaja a lugares remotos, siempre se me vienen a la cabeza todas las cosas que podrìa pedirle a modo de souvenir, pero nunca se lo comento porque no me da manguearle un "regalo". Pierde toda espontaneidad, o sea, deja de ser un regalo.
Hace un par de años, viajò a China y en esa oportunidad fui un poco caradura, me animè y le pedì algo: un gorrito arrocero, si ..si...esos de paja con forma de wok. Para què quiero algo asi, se preguntaràn!!!, no lo sè... pero me encantaba la idea de tener uno!.
En mente tenìa una laaaaaarga lista de cosas: vestiditos kimono, palitos chinos, sombrillitas de madera para el sol, pañuelos de seda, en fin...querìa algo oriental y no precisamente de Uruguay.
Les paso a mostrar lo que recibì (esto no es joda, eh!):
Què parte de "un-gorrito-arrocero" no entendiste, flaco????
Pat
Jajaja!! Me mueeeeeeeeeeeeeero, igual que onda ... tiene un mensaje oculto esto?? Guaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrda!
ResponderEliminarjajajajajajajajajajajajajajajajaj
ResponderEliminarson tan utiles como el gorrito arrocero Pat! jajajajaja
las chicas de adelante
Por lo menos a vos no te dieron pandas en carrrrrton!
ResponderEliminarJajaja, Cierto Max..lo tuyo fue peor claramente!
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